Las empresas públicas en Uruguay son organizaciones gubernamentales que se caracterizan por pertenecer al Estado, es decir, que se encuentran bajo el mando de la administración gubernamental. Las empresas públicas tienen sus orígenes en el siglo XVIII y XIX, cuando los Estados competían entre sí por la explotación económica de sus colonias, además de por el almacenamiento de recursos que les guiarían hasta la industrialización total.
En la mayoría de ocasiones suelen ser empresas que trabajan a pérdidas, como puede ser el caso de los centros educativos públicos o los centros sanitarios y hospitales. Aunque esto no siempre ocurre, ya que otras muchas empresas públicas si consiguen beneficios económicos.
El elemento crucial en la empresa pública es la capacidad del Estado para ejercer presión política directa en la compañía. El accionista mayoritario es el Estado, con unos objetivos que pueden ser muy diversos y, en muchos casos, cambiantes con el proceso político.
La gran mayoría de los estados del mundo controlan empresas con diferentes fines, que pueden ser proveer servicios públicos, incentivar la producción del país o generar empleo, entre muchos otros.
En Uruguay se aprobó la Ley de Empresas del Estado en 1933 durante la administración de Luis Alberto Lacalle, como consecuencia de un intenso debate político y social. Esta ley representó un gran paso importante del gobierno en materia de privatizaciones.
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Comunicare
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Origen de las empresas públicas
Las empresas públicas tienen su origen en el siglo XVIII y XIX, dependiendo de la nación, cuando los Estados competían entre sí por la explotación económica de sus colonias y por la acumulación de recursos que les conduciría hacia la industrialización plena.
Sin embargo, tuvo su auge a mediados del siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando muchas naciones del mundo optaron por nacionalizar algunas de las empresas privadas cuyas actividades eran consideradas cruciales para la estabilidad política y económica del país. En las siguientes décadas, todos los países contaban con empresas públicas clave.
La expansión de la empresa pública en Europa estuvo asociada al llamado Estado de Bienestar que procuró mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos a través de una mayor presencia del Estado en la economía, sin llegar a los extremos del comunismo.
Pero esto cambió radicalmente a partir de 1970, cuando se desató la primera ola de privatizaciones en Europa y los EEUU, fruto del cuestionamiento prolongado de la administración económica del Estado. Los años siguientes profundizaron la caída de la empresa pública, proponiendo como alternativa la confianza en las leyes del mercado y sus dinámicas de autorregulación.
¿Qué objetivos persiguen con las empresas públicas?
La empresa pública precisa conocer claramente cuáles son los objetivos sociales que se esperan lograr mediante su actuación, qué contraprestaciones va a recibir por atender a esa finalidad y qué indicadores van a ser utilizados por la sociedad para medir los logros que se deben realizar.
Los cuatro objetivos básicos que deben alcanzar las acciones de la empresa pública son: efectos sobre la distribución de la renta, efectos macroeconómicos, eficiencia económica y rentabilidad.
- Efectos sobre la distribución de la renta
La empresa pública suele actuar sobre la renta de los consumidores garantizando un nivel más elevado de prestación del servicio o bien aplicando un sistema de precios políticos que posibilita una efectiva distribución real de renta.
Este modo de actuación es el que tradicionalmente viene a aplicarse al transporte público. Normalmente suele favorecerse la facilidad de acceso al servicio a la población en vez de la rentabilidad de la empresa. El riesgo más grave en que se incurre radica en que si no se especifica muy claramente la cuantía de la subvención y quién y cómo se va a satisfacer, el déficit puede volverse absolutamente insostenible, lo que afectará también a la eficiencia tecnológica y de gestión.
- Efectos macroeconómicos
Al formular las políticas macroeconómicas, la atención se centra en cuatro variables principales: nivel de desempleo, tasa de inflación, superávit o déficit de la balanza de pagos y tasa de crecimiento del producto nacional. Algunos aspectos de las actividades de las empresas públicas y, en particular sus políticas de inversión, precios y salarios, se desarrollan para afectar a estos valores de forma positiva. La inversión en las empresas públicas puede influir en la actividad económica a corto plazo. A largo plazo ayuda a determinar la tasa de crecimiento del producto potencial. Estos gastos en inversión más los beneficios o pérdidas comerciales también afectan a las necesidades financieras del Gobierno y, por tanto, a sus necesidades de endeudamiento y tributación.
- Eficiencia económica
Como toda compañía, la gestión de una empresa pública busca la eficacia económica al desarrollar su labor. La administración pública pretende conseguir obtener beneficios en la actividad comercial, aunque esto no siempre es posible. Esto se debe a que el objetivo de eficiencia económica rivaliza con el de distribución de la renta, ya que en ocasiones la política de precios tiende a rebajar esto para ayudar a la población a acceder a los productos y servicios de una forma más sencilla y económica.
Para conseguir estos beneficios, el Estado gestiona y dirige estas empresas como cualquier otra empresa privada. Para ello, sigue los mismos procesos en áreas como la producción, la administración o el marketing. Incluso, en ocasiones, realizan la contratación de servicios externos que les ayude a desarrollar su actividad. En el caso de desarrollar y ejecutar estrategias de marketing digital, pueden contar con agencias como Comunicare, especialistas en posicionamiento orgánico SEO, redes sociales o campañas SEM, esenciales para la consecución de sus objetivos comerciales.
- Rentabilidad
Este concepto abarca los conceptos de los intereses, la amortización y los beneficios, permitiendo al Estado conocer qué necesidades financieras presenta cada una de las empresas públicas.
La búsqueda de la rentabilidad por parte de la empresa pública se contempla como un medio de estimular la eficiencia tecnológica y de gestión. De esta forma sabemos que si una empresa busca maximizar su beneficio, ello le exige que minimice sus costes. Sin embargo, el objetivo de la maximización del beneficio se ha rechazado para las empresas públicas, puesto que, en general, gozan de un monopolio en los mercados en los que actúan.
Desde un punto de vista financiero y económico, los fondos que financian la inversión de la empresa púbica provienen de dos fuentes: de sus propias reservas y de las aportaciones que realiza la Hacienda Pública. Esta, por su parte, obtiene los fondos principalmente de los beneficios comerciales de las empresas públicas y de los impuestos, entre otros. Por ello, conocida la inversión que tiene que realizar la empresa pública, cuanto menor sea su beneficio, mayor tiene que ser la tributación y la financiación externa.
Tipos de empresas públicas
Igual que las empresas privadas, las empresas públicas se pueden categorizar dependiendo del organismo estatal que sea propietario o se encargue de la gestión. Existen tres categorías principales: empresas estatales, empresas autonómicas y empresas locales.
- Empresas públicas estatales
Dentro de las organizaciones estatales encontramos dos tipos: las entidades públicas empresariales y las sociedades mercantiles de capital estatal.
En cuanto a las primeras, las entidades públicas empresariales son organismos públicos, adscritos a un Ministerio o a un organismo autónomo, que se encargan de la realización de actividades prestacionales, de gestión de servicios públicos o de producción de bienes susceptibles de contraprestación económica. Deben crearse mediante una ley y son auténticos entes con personalidad jurídico-pública.
En cambio, las sociedades mercantiles de capital estatal son aquellas en cuyo capital sea mayoritaria la participación directa o indirecta de la Administración del Estado, es decir, por sí misma o a través de algún ente u organismo dependiente, ostentando una participación superior al 50%.
- Empresas públicas autonómicas
Las comunidades autónomas disponen de sus propias leyes para la gestión y creación de empresas públicas para la realización de actividades comerciales o de prestación de servicios en régimen de mercado, actuando bajo el régimen de libre competencia.
- Empresas públicas locales
En el ámbito local, su denominación es entidad pública empresarial local. En ellas se dan las fórmulas organizativas de la Administración estatal, pero con ciertas especialidades. Así pues, las empresas públicas locales son creadas por el pleno del Ayuntamiento y por sus propios Estatutos. Además, la adscripción de éstas se produce con respecto a una concejalía u organismo autónomo local.
Importancia del marketing para las empresas publicas en Uruguay
A diferencia del privado, el sector público, como ya sabemos, está creado para ayudar 100% a los ciudadanos. Las empresas públicas se encargan de resolver las necesidades de la población e intentan aumentar el bienestar de la ciudadanía. Para ello, requieren de estrategias comunicativas que ayuden a crear un puente de comunicación entre ellas y la población.
Para poder alcanzarlo, el mejor marketing para las empresas públicas tiene que saber usar todos los canales disponibles con los que poder llegar a la ciudadanía.
Normalmente, cuando hablamos de marketing pensamos que solo vale para vender productos. Sin embargo, con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta de que también sirve para llevar servicios públicos y eficientes al ciudadano, y hoy en día podemos observar sorprendentes resultados. Los pasos a seguir para emplear un buen marketing en una empresa pública son:
Conocer el mercado. Tenemos que aplicar la investigación del mercado y las encuestas de opinión para entender al ciudadano, y llegar con mejores servicios públicos hacia él.
Desarrollar y mejorar productos y servicios públicos. Tenemos que saber identificar bien a las audiencias para que los productos y diseños de políticas públicas lleguen donde tienen que llegar.
Comunicarnos eficazmente con los distintos públicos clave. Es diferente hablarle en el tono y estilo adecuado a un miembro de nuestro equipo, de la comunidad o cualquier grupo de interés con el que tenemos que relacionarnos.
Lograr la satisfacción del usuario. Si damos respuestas adecuadas, si solucionamos los problemas, si ofrecemos seguimiento a sus casos y si ahorramos tiempo en sus vidas, lograremos la satisfacción del usuario.
Posicionar la marca. Si logramos conseguir ciudadanos satisfechos, vamos a conseguir esa identificación del ciudadano con el servicio que le damos y esa es la razón de ser de una buena reputación de marketing.
Empresas públicas en Uruguay
- BCU (Banco Central del Uruguay)
- BHU (Banco Hipotecario del Uruguay)
- BROU (Banco de la República Oriental del Uruguay)
- BSE (Banco de Seguros del Estado)
- BID (Banco Interamericano de Desarrollo)