Siempre que vemos o escuchamos un anuncio publicitario en televisión, radio, Spotify, YouTube nos llama la atención la música que lo acompaña. Podemos decir que la publicidad y la música, son una pareja perfecta, ya que gracias a la música ayuda a transmitir emociones a los compradores potenciales. En general, podemos decir que la pareja publicidad-música es usada para identificar una marca o producto y potenciar el recuerdo.
Varios estudios relacionados con la música, se ha demostrado que es capaz de afectar a nuestras emociones e imaginación, así un estudio de las Universidad de Carolina del Norte, ha afirmado que la música influye en el humor y la percepción.
Los consumidores podrán ignorar otros elementos de los anuncios, pero la música siempre la recordarán, y está demostrado quela música produce niveles de reconocimiento de un 90% frente a los 60% que tienen los elementos verbales.
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¿Cómo influye la música en la publicidad?
La aparición de la publicidad se remonta 3000 años antes de Cristo en la que se ha encontrado un papiro en Tebas en donde un comerciante denuncia la desaparición de unos de esclavos y ofrece una recompensa a quien lo encuentre y se lo devuelva.
Con el paso de los años, la publicidad se ha ido actualizando y creciendo, hasta coger un protagonismo en la sociedad. Ya en el Renacimiento se introdujeron las imágenes en la publicidad y así llegamos a la Publicidad Moderna, donde surge la necesidad de la creación de agencias publicitarias y la entrada del sonido.
En los 80, ya se identifica a cada marca con un sonido característico, y así el consumidor ya dejó de adquirir productos por su calidad, sino por su fidelidad con la marca. En la actualidad, la publicidad deja de lado la búsqueda de consumidores y se centra en la búsqueda de fieles adictos.
Es por ello que la música que se usa en la publicidad es un éxito asegurado porque despierta las emociones más íntimas de los oyentes. Aunque también se hace uso de la voz en off, que sirve para la narración de las virtudes y beneficios del producto, que también juega un pale importante, ya que el locutor debe despertar el interés del público, cambiando la entonación, la intensidad, y el hilo musical despierta el interés del potencial comprador y hace que él asocie la música con un producto o una marca, por eso es importante que las marcas siempre recurran a la misma melodía. Hoy en día, el 90% de los anuncios incluyen música.
La persuasión es la palabra mágica en lo que a publicidad se refiere y aquí es donde la música juega el papel más importante, ya que se considera uno de los recursos más persuasivos. Cuando lanzamos un mensaje publicitario a la comunidad uno de los factores que miden el éxito de esa campaña es el recuerdo ya que esto se relaciona con el posicionamiento de la marca en la mente del consumidor.
Según lo que predomine en cada fragmento musical, puede producir una sensación del oyente:
- Tesitura aguda y tonalidad mayor, produce la sensación de claridad y se relaciona con expresiones agradables. En cambio, con tonalidades menores la relacionamos con expresiones de aflicción.
- Tesituras graves producen sensaciones de tranquilidad, deseo, paciencia, honor, orgullo y en menor turbación sensación de cansancio, desaliento, sospecha.
- Sonidos extremos, producen sensación de terror, maldad.
- Cuando se da música con movimiento rápido produce excitación.
Formatos de la música en la publicidad.
No toda la música que se añade a los anuncios es la misma, y podemos clasificarla de las siguientes maneras:
- El jingle. ¿Quién no ha escuchado, tarareado o repetido: leche, cacao, avellanas, y…? o Yo soy aquel negrito…. El jingle, por tanto, es un mensaje publicitado cantado o canción transformada en mensaje. Los jingles comenzaron hace un siglo en Estados Unidos y eran usados en televisión y radio. La composición musical cuya letra está formada por el mensaje publicitario que se quiere comunicar. El texto que forma el jingle tiene que contar algo referente al producto y adaptarse al lenguaje del público, a las preferencias musicales. Dentro de los jingles, se diferencias 2 tipos:
- Jingle Identificador: es el usado en radio y televisión. Ráfagas cortas en las emisoras en las que es espectador identifique la emisora o programas.
- Jingle publicitario: anunciar un producto o servicio, con la intención de impregnarse en la mente del comprador. Tiene como características canción clara, pegajosa, corta y fácil de identificar.
Las funciones principales del jingle podemos centrarlas en:
- Ser persuasivos: cuenta con un índice de rechazo muy bajo.
- Establecer permanencia: se repite de manera reiterada el nombre de la marca y hace que entre de forma natural en la mente del receptor.
- Crear lazos afectivos: si la canción es pegadiza, da sensaciones positivas a quien la escucha.
- Creativo y original.
- Música original: compuesta para una campaña publicitaria concreta.
- Música tradicional: música conocida por todos y lleva al receptor a una serie de imágenes.
- Adaptación musical: es un tema muy conocido por el espectador y se le modifica la letra. Lo primero de todo, es contar con la aprobación del compositor, y después, del productor fonográfico. Después es necesario pagar los derechos de autor, tanto al autor como a la compañía discográfica. Gracias a esta técnica, muchos de los artistas emergentes se han dado a conocer.
Dentro de esto, también entran las llamadas versiones cover. Estas son imitaciones de un tema musical parecidas al original. Lo que se hace en estos casos es únicamente pagar los derechos de autor al compositor. Este tipo de versiones son las más reclamadas por los anunciantes, ya que los resultados que dan son muy satisfactorios.
- Música de librería o archivo: es un tipo de melodías que o no posee derechos de autor o son muy bajos. Son músicas originales, producidas, grabadas, catalogadas y clasificadas que únicamente son de uso profesional.
- Música de cine: es uno de los recursos más habituales, ya que se coge alguna de las canciones de las bandas sonoras originales de conocidas películas. Su objetivo principal es de poner en valor el resto de los elementos que componen el anuncio.
En la actualidad, ha surgido una nueva forma de crear contenido musical basándose en branded content, es decir, una mezcla de música y ficción televisiva (contenido ficción + canción + videoclip) y se está convirtiendo en un éxito. Un ejemplo de esto sería la campaña de Chicfy con su “chic para mí” ha supuesto tanta revolución que ha llegado a ser una de las canciones más escuchadas en las plataformas digitales, como Spotify y Apple Music, y en las calles y locales a pie de calle, con su ¡Claro que si guapi!
¿Música clásica y publicidad?
Aunque no disponga de letra que ayude a cantarla, la música clásica también ha servido para la captación de espectadores, porque sus melodías son fáciles de identificar. Seguro que, sin darnos mucha cuenta, todos hemos disfrutado de un anuncio de publicidad con un fondo musical que nos a traído a la memoria alguna melodía clásica. Aunque la mayoría de anuncios tienen música creadas especialmente para ellos, siempre queda la posibilidad de que se recurra a piezas conocidas de la historia de la música, y aparece de manera recurrente en muchos de los anuncios. Vamos a citar alguno de los ejemplos:
- Sony en 2009, anunciando su nueva gama de televisores, hizo uso de La Gazza Ladra de Gioachinno Puccini.
- McDonald’s hizo uso de la icónica ópera La Flauta mágica de Mozart, en concreto del aria Papageno.
- Banco Sabadell hace uso de la Oda a la Alegría de la 9ª Sinfonía de Beethoven para ligar su imagen con el fragmento de esta melodía.
El silencio en la publicidad.
Como hemos explicado a lo largo de este artículo, hemos señalado que el uso de la música a la hora de publicitar algún producto es especialmente importante ya que ayuda al posible comprador potencial a crear un vínculo con la marca y le evoca a emociones que le pueden llevar a la realizar el proceso de compra, pero, ¿es posible que el silencio pueda dar también efecto positivo al receptor?
Pues esto es lo que hizo la marca de coches MINI para anunciar la financiación 0% TAE, en donde se llamó “el anuncio con menos interés”, en donde solo se muestra a un individuo saliendo de su MINI, en la calle y con el sonido ambiente característico de una ciudad, sin sonidos fuertes, algo sutil, lo que hizo que muchos de los espectadores dejaran de prestar atención a lo que estaban haciendo y levantaran la mirada hacia el televisor para ver el anuncio. Por ello, podemos decir que un silencio en un anuncio también puede impactar en el receptor, ya que, éste está acostumbrado a sonidos, música, pronunciar el nombre de la marca, por lo que un silencio le va a llamar la atención a girar la cabeza para saber qué está pasando. Además, el silencio se relaciona a motivos de contraste y expectación y a estados anímicos de tranquilidad, humildad, arrepentimiento, intimidad…, pero su uso aislado, pueden marcar un cambio de sentimiento, como hemos visto, produce expectación.