La rentabilidad es el beneficio que obtienes de una determinada inversión, Por ello, la rentabilidad nos indica en qué manera está yendo nuestra inversión y cómo la podríamos comparar con otras inversiones. Aunque no sea el único factor que hay que tener en cuenta para comprar inversiones ya que también tendríamos que contar con el riesgo o las cuestiones éticas.
La rentabilidad es muy importante para decidir en qué inversión adentrarnos y si realmente nos interesa invertir en las opciones que tenemos. La rentabilidad se puede mostrar de varias maneras, en términos absolutos mostrando la cantidad concreta de dinero obtenida o en términos relativos mostrando el porcentaje referido a la inversión inicial sobre lo que tenemos actualmente.
Existen bastantes tipos de rentabilidad entre los que destacarían, por ejemplo:
Rentabilidad absoluta: Es la apreciación de un activo en un plazo concreto y esta expresada siempre en porcentaje.
Rentabilidad acumulada: Es la rentabilidad total obtenida por una inversión desde que se realizó dicha inversión.
Rentabilidad anualizada: Esta rentabilidad hace referencia a la que has obtenido durante un año desde que hiciste la inversión, si tu inversión es de bastantes años tendrás que dividir la rentabilidad acumulada total entre el número de años para saber la rentabilidad anual.
Rentabilidad financiera: Esta rentabilidad es la relación entre el beneficio neto que obtiene tu empresa antes de añadirle los impuestos y los fondos propios de tu empresa.
Rentabilidad comercial: Este tipo de rentabilidad se encarga de evaluar la calidad de la empresa, para calcularla se divide en los beneficios obtenidos por las ventas entre las ventas totales en un periodo determinado de tiempo.
Rentabilidad neta: Es la rentabilidad final en la que calculas cómo de rentable ha sido tu empresa una vez ya has quitado y descontado todos los impuestos y gastos que tenga tu empresa de esta manera calcularás la rentabilidad final de tu empresa en el periodo de tiempo que desees.