El Soft bounce traducido como rebote blando, tiene lugar en el momento en el que se produce una entrega fallida de un mail. Esta métrica indica la cantidad de correos electrónicos que nos han podido entregar en nuestras campañas de email marketing y que nos han sido rebotados de vuelta.
Este problema se debe a diferentes causas como por ejemplo que la bandeja de entrada esté llena y por lo tanto el usuario ha superado la cuota de correos recibidos no podremos hacer nada y será el destinatario el que deberá vaciar su bandeja de entrada para poder recibir nuevos emails. también se puede dar si el tamaño de nuestro email es demasiado grande por lo que para solucionar este error tendremos que reducir el tamaño de nuestras imágenes y archivos adjuntos. Si se dan fallos en internet, pero este problema se resolverá en cuanto la conexión con internet vuelva a su normalidad. Por último, en el caso de que nuestro correo electrónico sea percibido como spam no será entregado y será devuelto.
Para controlar el Soft bounce podemos optimizar la base de datos de nuestros contactos, realizar un seguimiento continuo de las tasas de rebote, renovar la base de datos de los contactos en función de las prácticas anti-spam e incluir la doble validación en nuestras campañas de email marketing.
Es importante conocer estas tasas de rebote ya que nos dan la información necesaria a la hora de analizar el éxito de una campaña de email marketing. estos rebotes nos avisan del grado de efectividad y fiabilidad de nuestros contactos y por lo tanto nos recuerdan que debemos revisar y mejorar nuestra lista de contactos y nuestras comunicaciones. Deberás controlarlo constantemente ya que si el porcentaje de esta tasa de salto tendrás un problema con la recepción de los mensajes que envías. Por último, deberás analizar el problema y ver cómo solucionarlo ya que si no afectara a nuestras futuras campañas y a nuestra reputación.