La política de producto, desde el punto de vista del marketing, se asocia a ese conjunto de elementos físicos y emocionales que envuelven a un determinado producto.
Estas características son fácilmente identificables para el consumidor y hacen que lo elijan una y otra vez.
Estos atributos pueden ser tangibles, relacionados con la presencia o físico de un producto, o intangibles, que se relaciona con la percepción de la utilidad o capacidad de servicio de un producto y también con factores psicológicos tales como los valores que representa ese producto.
Una política de producto ejemplo debe atender a las características de un producto, que se clasifican de la siguiente forma:
- Físico del producto: Presentación, tamaño, forma, colores, etc. También atiende a la presentación y packaging o envoltorio del mismo.
- Percepción de la imagen de marca, qué valores nos transmite y si nos sentimos identificados con ellos.
La política de producto es muy importante para persuadir al cliente y que se decante por adquirir nuestro producto.
En marketing la política de producto nos proporciona la capacidad de convencer al cliente de que nuestra oferta va a ser la que mejor logre satisfacer su necesidad.
También tenemos la oportunidad de que se identifique con los valores de nuestra compañía, haciendo que quiera integrarse en nuestra comunidad y sea fiel a nuestros productos.
La política de producto también nos permite crear comunidad.
En este post hablaremos sobre la política de productos, su finalidad y relación con el marketing mix y también de otros aspectos relacionados con este tema.
Índice de contenidos
¿Cuáles son los objetivos de la política de productos?
Una buena política de productos busca aumentar ventas y obtener mayor rentabilidad económica.
No obstante, esa no es su única finalidad y las empresas también quieren afianzar una potente imagen de marca y que sus clientes confíen en ellos.
Estos son los principales objetivos de una política de marketing ejemplo:
Supervivencia en el mercado: Como objetivo esencial las empresas buscan permanecer en el mercado obteniendo rentabilidad y ser competitivos con el resto de las empresas.
Se deben aprovechar y optimizar los recursos disponibles para ofertar un producto de calidad, atractivo para el consumidor y del cual al mismo tiempo obtengamos rentabilidad enconómica.
Crecimiento: Una vez que se consigue un hueco en la industria, las empresas elaboran políticas de productos con objetivos de crecimiento adecuados para corte, medio y largo plazo.
Estos planes se deben hacer en base a las posibilidades actuales de nuestra empresa y las previsiones de futuro.
Adaptabilidad: La política de productos debe ser flexible con respecto a cambios en las tendencias económicas y de consumo, nuevos avances en la tecnologías y regularizaciones gubernamentales.
¿Qué elementos conforman la política de productos?
La política de productos es una de estrategia de marketing en la empresa que busca persuadir al cliente de que su producto es el que mejor puede cubrir su necesidad.
Además de los atributos físicos, la política de productos también se apoya en el factor psicológico y emocional, creando una serie de valores de marca con los que el cliente puede identificarse y sentirse en armonía.
Una buena política de producto cuenta con un extenso trabajo de investigación detrás para hacer una planificación pormenorizada.
Se tiene que definir cuál es el público objetivo y cuáles son sus necesidades para ofrecer un producto o servicio que cumpla sus expectativas y sea garantía de éxito.
Las partes que forman la política de productos son las mismas que las famosas 4p del famoso marketing mix.
¡Vayamos a verlas!
Producto: Se define qué producto se va a vendar y sus características.
Se acuerda el material utilizado y la calidad de este, sus posibilidades de diseño y cómo se fabricará.
Aunque es básico atender a los puntos anteriormente mencionados, una buena política de atención al cliente también es fundamental en una buena política de producto.
Precio: Se fija el precio del producto teniendo en cuenta los reajustes y las ofertas de descuento.
Se busca obtener el mayor beneficio económico posible pero siempre teniendo en cuenta el coste de producción y el nivel adquisitivo y dinámicas de gasto de nuestro público.
También es importante atender a los precios que marca la competencia para productos similares. Se busca obtener el máximo beneficio, pero con precios que puedan competir con el resto de los distribuidores.
Punto de venta y distribución: Se tienen en cuenta los canales utilizados para la distribución del producto y el punto de venta donde se puede adquirir.
Es importante atender a qué método de distribución de los productos se puede llevar a cabo.
En las empresas pequeñas lo más común es que se cuente con intermediarios que tengan infraestructuras necesarias para la distribución masiva del producto.
Esto supone un coste añadido pero de lo contrario, una empresa pequeña no puede permitirse establecer una cadena de distribución y transportes de forma autónoma.
Una empresa más grande tiene la capacidad de desarrollar su propio canal de distribución, por lo que obtendrá mayor beneficio al no tener que pagar a intermediarios.
Promoción: La promoción es uno de los componentes más importantes del marketing mix y de la política de producto.
La promoción la constituyen todas esas acciones de comunicación y marketing enfocadas a ofrecer información detallada sobre las características y posibilidades que ofrece un producto o servicio.
A través de la promoción también transmitimos una imagen de marca, que debe sostenerse en valores y principios propios atractivos con los que el cliente se sienta identificado.
Crear una imagen de marca potente y afianzarla es fundamental para aumentar ventas.
Hemos visto como la política de productos esta estrechamente ligada a las 4p del marketing mix.
El marketing tiene mucho que decir respecto a la política de productos y se deben emplear estrategias de marketing muy trabajadas para que sea todo un éxito.
¿Cuál es el ciclo de vida de un producto?
Elaborar una buena política de producto es garantía de éxito y ayudará a implantar y crear una reputación de marca.
Una buena imagen y confianza por parte del cliente potencia las ventas de las empresas.
Un ejemplo es la política de producto de la multinacional Coca-Cola, basada en el consumo responsable y la transparencia.
Todas estas acciones crean un vínculo con el consumidor difícil de romper.
Para confeccionar una política de producto hay que tener en cuenta el ciclo de vida o vida útil del mismo, desde su lanzamiento hasta su extensión. Entonces se toman decisiones en función de la etapa en la que se encuentre el producto.
Lanzamiento: Es la primera de las fases del ciclo de vida de un producto.
Si se trata de un nuevo producto o algo muy innovador, se contará con la ventaja de no tener o tener una competencia muy pequeña. No obstante, habrá que invertir en publicidad para dar a conocer las características y utilidades del producto.
Si comercializamos un producto ya asentado en el mercado, hay que poner énfasis en aquellos atributos que lo diferencian de los demás y apelar al factor emocional para atraer al cliente.
Crecimiento: El producto está teniendo éxito y aumenta la demanda.
Al mismo tiempo nos surgirán competidores que lancen productos similares para intentar abarcar parte de ese hueco de mercado.
Madurez: El producto está asentado en el mercado y no se necesita una publicidad excesiva. De hecho, la mayoría de público ya lo ha probado.
En esta etapa ya hay una competencia muy grande en los precios y la tendencia es a la baja.
Declive: Las ventas caen continuamente y cada vez son menos los beneficios obtenidos. Esta etapa llega a su fin cuando la empresa tiene pérdidas con la comercialización del producto.
Una buena política de producto es fundamental para el crecimiento de una empresa.
Esta debe actualizarse e ir de la mano de los nuevos avances tecnológicos y los acontecimientos sociales y económicos.
Existen empresas cuya política de producto es un éxito y no han llegado a la fase de declive, un ejemplo es la multinacional Coca Cola.
Sin embargo, otras empresas no han conseguido adaptarse al cambio y han experimentado la fase de declive en muchos de sus productos.
Algunos ejemplos son la marca de productos de fotografía Kodak, que no supieron aprovechar el tirón de la fotografía digital. O la compañía de teléfono Nokia, que a pesar de que dominó el mercado durante más de una década, en la actualidad no puede hacer frente al gigante Apple.
Comunicare puede ayudarte con tu campaña de marketing digital
En Comunicare somos una agencia de marketing 360.
Utilizamos todas las herramientas del marketing digital para lograr un incremento de ventas en tus productos y potenciar una sólida imagen de marca.
Nuestra agencia cuenta con más de 15 años de experiencia en el sector trabajando por conseguir los objetivos de cada uno de nuestros clientes.
Hemos trabajado con importantes empresas, el Banco Santander o Just Eat son algunos de los clientes.
Seas una pequeña, mediana o gran empresa en Comunicare nos volcamos en tu proyecto y elaboramos una estrategia de marketing digital ideal para tus necesidades y expectativas.
Si estás interesado puedes contactarnos.
Ahora que ya conoces un poco más sobre la política de producto y su importancia en una empresa, puedes seguir leyendo sobre este y otros temas en nuestro blog.