Desde hace años, el mundo del marketing ha tenido como referencia las 4 P’s del Marketing para elaborar una buena estrategia de Marketing Mix. Sin embargo, a medida que han pasado los años y se han modernizado los productos y servicios, este modelo de Marketing Mix se ha convertido en el modelo tradicional de marketing. Con las 4 V’s del Marketing, podemos ver que las empresas han aprendido a dejar los antiguos métodos de comunicarse a las masas y se han empezado a especializar más en comunicarse a cada tipo de cliente y dar importancia al cliente como centro de su negocio.
Hay un paso intermedio entre las 4 P’s y las 4 V’s: las 4 C’s. Se trata de la dirección intermedia que toma cada uno de los elementos del Marketing Mix para darle la vuelta a la tortilla y modernizar por completo su modelo.
Cómo han evolucionado las 4P’s del marketing
Anteriormente, la atención se focalizaba mucho en el producto, en ofrecer un producto o servicio muy bueno y muy útil al consumidor. Pero ahora, una empresa se debe centrar en el cliente en todo momento: en qué necesidades tiene ese cliente y en cubrirlas por completo para que el cliente esté satisfecho en todo momento.
Importante, en todo momento, ya que muchas empresas antes ignoraban al cliente después de que comprase su producto, pero al centrarnos en vender al cliente, tenemos que centrarnos también en que el cliente esté a gusto con nuestro producto después de haberlo comprado. Por eso se ha vuelto tan importante el servicio pos–venta.
Al pasar de producto a cliente, pasamos otra vez de cliente a validez, lo cual se refiere a validez para diferentes públicos, que nuestro producto no se debe dirigir a un único target. Esto hace referencia a la forma en que se intentaba vender antes, se intentaba vender a las masas y que de ahí se consiga el mayor número de clientes. Tenemos que darnos cuenta de que hay muchos distintos tipos de clientes con distintas necesidades cada uno, y tenemos que intentar, en la medida de lo posible, llegar a cubrir las necesidades de la mayoría de ellos. Se trata de dirigirse a la vez a distintos tipos de targets, especializándose en cada uno de ellos y sus necesidades.
Esto lo vemos mucho en las marcas de ordenadores. Proveen a sus clientes de todo tipo de ordenadores con cientos de combinaciones de las características que estos pueden llegar a tener (memoria, velocidad de procesamiento, tarjeta gráfica, tamaño de pantalla – pulgadas…), para poder ofrecer al cliente, sea cual sea, el ordenador que más se adapte a su necesidad y a lo que se quiere gastar.
En cuanto al precio, ya no se trata simplemente de fijar un precio competitivo, sino de conseguir que el usuario vea que su adquisición tiene un menor coste. Por ejemplo, si le ofrecemos al cliente por 1.200€ un servicio de Market Place Ads, y además le incluimos un servicio posventa de analítica web para ver cómo han funcionado los anuncios publicados, el coste de adquisición para el usuario será menor que si sólo le ofrecemos el servicio principal.
El punto de vista del coste se traduce en valor, qué valor le podemos proporcionar al cliente. Vivimos en una era en la que los precios se vuelven cada vez más competitivos y los clientes cada vez más exigentes, entonces fijar un precio deja de tener tanta importancia, ya que hay que simplemente fijar unos precios competitivos, y lleva más importancia el valor que le podamos aportar al cliente por ese precio. Tenemos que intentar proporcionar la mayor cantidad de valor que podamos al cliente con el precio que le estamos poniendo, para que así, esté satisfecho.
Cuál es la promoción de una marca
La promoción de nuestra marca, en un entorno digitalizado, se va a traducir en comunicación, por todo tipo de medios. Un fenómeno que ha ocurrido en los últimos años es que muchos clientes han formado parte de la promoción de marcas sólo por lo contentos que han estado con ellas, y es que el impacto que los usuarios tienen en las redes sociales es muy fuerte, ya que otros usuarios se fían mucho más de la opinión de un usuario (o de un influencer, pero esta promoción es pagada), con el que se pueden identificar más, y no les va a llegar tanto la promoción de la propia marca como la opinión de un cliente. A este efecto de esparcimiento de comunicación de marcas, sea por parte de la propia empresa o por parte de sus clientes, le llamamos viralización. La estrategia de promoción se moderniza de tal manera que la comunicación ya no es unidireccional, sino bidireccional, interactiva. Empresa y cliente forman parte de la comunicación.
Esta importante opinión de los clientes en las redes sociales que hemos explicado tiene mucho que ver con lo que hemos hablado antes de tener al cliente satisfecho, ya que, si es así, este será una fuente de viralización gratis, pero si es al contrario, comunicará una mala imagen de nuestra marca a un público muy amplio, y eso no nos interesa en absoluto.
Sumándose a la conversión de centrarse en el cliente, el anterior pilar de distribución (o placement) se traducirá a conveniencia, es decir, cómo podemos hacer todo lo más fácil y cómodo posible para el cliente, para que su compra se efectúe lo más rápido posible. Si nuestra plataforma o punto de venta no promueve que la compra sea ágil, o la empresa no proporciona al cliente la suficiente información sobre el punto de venta (como horario de apertura, tipos de pago, si hay disponibilidad de servicio a domicilio…), la experiencia del cliente acabará en una venta fallida.
A medida que han ido pasando los años, sobre todo ahora, en tiempos de pandemia, la gente ha ido comprando más y más online, llevándole la delantera a la compra física cada vez más. La naturalidad en la que se compra online ha dado luz a un término conocido como Virtual Place, dando a entender que la tienda online de una empresa tiene que ser un espacio de gran importancia, donde el usuario se sienta cómodo y sepa dónde está, dónde puede encontrar lo que quiere y cómo pagar rápidamente.
Comunicare
En Comunicare, queremos llegar a todo tipo de clientes, para que, perteneciendo a cualquier tipo de target, ninguno se quede con una necesidad que no esté cubierta. Nos parece muy importante la validez de nuestra cartera de productos, que sea lo suficientemente amplia para que clientes que vengan de cualquier target se vayan satisfechos, desde empresas que quieran cuidar mucho su presencia en internet, a las que podremos ofrecerles productos como Marketing Digital 360, hasta empresas que simplemente quieran invertir en sólo un aspecto del marketing, como puede ser Social Ads, SEM, analítica web, SEO y posicionamiento web… Es de gran importancia para nosotros aportar mucho valor a nuestro cliente, que ni por asomo tenga sensación de insatisfacción en ninguno de los aspectos, y que siempre se sienta atendido.
Creemos que podemos aportar mucho a nuestros clientes a través de nuestros medios, para generar viralidad en todo lo relativo a la comunicación de sus productos o servicios, y que así lleguen a cumplir su objetivo. Contamos con varias herramientas que ayudan a la viralidad de la comunicación como gestión de redes sociales, e–mail marketing, análisis de medios…
En cuanto a la distribución y el virtual place, nuestra empresa cuenta con productos que ayudan a aumentar las ventas y optimizar los procesos de compra del cliente, como: CRO (optimización del ratio de conversión), Google Shopping (PPC), marketing estratégico… De esta forma, nuestros clientes podrán rentabilizar todo lo que inviertan en marketing online convirtiéndolo en ventas.
Esperamos que este artículo te haya sido de ayuda para poder entender los pilares fundamentales del marketing digital.