Hoy en día nos encontramos rodeados de imágenes, ya sea en nuestras redes sociales o un mupi publicitario que vemos mientras vamos conduciendo. Muchas veces habrás oído hablar de diferentes tipos de formatos y es probable que te hayas perdido a la hora de editar una imagen y no saber a qué formato pasarla. En el post de hoy nos centraremos en uno de los formatos más utilizados, el JPEG. Sigue leyendo para descubrir todas sus características más destacadas.
¿Qué significa el concepto JPEG?
JPEG proviene de la siglas Joint Photographic Experts Group. Su nombre se origina al comité de especialistas que crearon este tipo de codificación y compresión de imágenes digitales. Al archivo JPEG también se le conoce como un formato de archivo, el cual se caracteriza por ser una imagen guardada en un formato de imagen comprimido.
Es cierto que, el algoritmo de compresión utilizado para este formato, suele tener pérdidas en el proceso de compresión. Al visualizar una imagen de este tipo es posible que apreciemos alguna diferencia en la calidad con respecto a la que teníamos en un inicio. Para obtener una imagen sin pérdida de datos podemos utilizar una de las variantes del formato como: JPEG 2000, JPEG-LS o Lossless JPEG.
¿Para qué se suele utilizar este formato?
El formato JPEG es uno de los más comunes. Este es utilizado por la mayoría de las cámaras digitales del mercado y su uso predomina en imágenes fijas, en efectos se sombreados o en imágenes reales. Se utiliza en estos casos porque se recomienda que las imágenes contengan grandes áreas de colores sólidos.
Hay que tener en cuenta que con este tipo de formatos la calidad se verá reducida. Como profesionales de la comunicación, no te recomendamos que hagas uso del JPEG en imágenes o gráficos que contengan textos, líneas o bordes muy definidos. En este caso, es posible que obtengamos partes de la imagen con un aspecto borroso.
¿Qué ventajas y desventajas tiene su utilización?
Como todos los formatos de imágenes, el JPEG también tiene sus pros y sus contras. Entre las ventajas más destacadas encontramos que se considera el mejor formato para imágenes de colores vivos, así como para aquellos archivos más pequeños.
Entre sus desventajas destacamos el tema de la pérdida de calidad y que no es un formato aconsejable para imagen con bordes marcados ni con textos.
Para concluir te diremos que es un formato compatible con la mayoría de plataformas, navegadores web, editores de imágenes e incluso con Mac OS.