En nuestra vida social, hay personas con las que nos llevamos mejor, personas plenamente afines a nosotros, con las que compartimos gustos, preferencias, aficiones… personas que simplemente conocemos y saludamos al encontrarnos y personas que, bajo ninguna circunstancia, queremos saber nada de ellas.
Lo mismo nos ocurre con las marcas. Hay ciertas marcas que odiamos, pues no pertenecen para nada a nuestro estilo de vida, de ropa o de gustos, marcas que ‘ni si ni no’, es decir, aquellas de las que podríamos comprar algún producto espontáneo, pero no muestran ser realmente especiales para nosotros, o marcas de las que verdaderamente quedamos atrapados, que entran por nuestros ojos y se convierten en un elemento inseparable en nuestro día a días. A estas últimas las denominamos ‘love brands’ y, en Comunicare, te hablamos de ellas.
¿Qué son las ‘love brads’?
El concepto ‘love brands’, como el propio nombre indica, se trata de marcas que amamos, marcas que, por alguna razón, nos han atrapado y nos hacen sentir bien, cómodos y especialmente conocidos y reconocidos. Ya sea porque nos gusta su imagen, los productos que nos ofrecen o los beneficios que nos otorgan, las love brands son marcas que consumimos continuamente y que además estamos orgullosos de hacerlo.
¿Cómo conseguir ser una ‘love brands’?
El sueño de toda empresa es, por supuesto, convertirse en una de estas marcas amadas por los consumidores. Las ‘love brands’ son marcas que ponen a sus clientes como el punto crucial dentro de su estrategia de marketing a partir de ofrecer al consumidor todo aquello que quiere y desea en cada momento y no lo que la empresa quiere o le conviene que compre.
Es decir, convertir a la empresa en una love brans es mirar más por los intereses y necesidades del consumidor que por lo suyos propios para de esa forma enamorar plenamente al cliente y conseguir que el mismo ya no quiera despegarse de su logo y todo lo que ello conlleva.