La clave del éxito para toda empresa es conseguir información acerca del ‘mystery shopper’ o cliente misterioso, el cual nos ofrece una información relevante para llevar a cabo una correcta investigación de mercado y de esa manera conseguir alcanzar el máximo beneficio y placer para el usuario. Para ello, el empleo de la metodología ‘mystery shopping’ es primordial.
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¿Qué es el Mystery Shopping?
Partiendo de la base de ‘mystery shopper’ como ‘cliente misterioso’ dentro de una determinada empresa, el ‘mystery shooping’ es una metodología clásica cualitativa y fundamental en la investigación de mercados.
Consiste en utilizar la figura del cliente misterioso o cliente fantasma, el cual se encarga de realizar determinados ejercicios relevantes como la observación, interacción y pseudocompra o consumo de productos y servicio en la empresa, obteniendo esta a cambio un beneficio por ello. A través de la acción de este tipo de clientes, la marca realizará el estudio de mercado, sus distribuciones o incluso un estudio detallado del sector competente.
El principal objetivo de un mystery shopping es siempre obtener una información, evaluarla y mediar así el nivel de calidad y atención al cliente que la empresa presenta a sus consumidores.
La gran diferencia con respecto a otro tipo de técnicas o metodologías es que el mystery shooping no parte de la opinión o valoración de un cliente real, sino que simplemente utiliza la observación, recurriendo a la presencia de incógnito de un agente especialmente formado para ello.
Es decir, en el informe de un mystery shooping, debe aparecer de forma detallada la experiencia de un usuario fantasma o mystery shopper, de tal forma que la empresa sea capaz de determinar los resultados de una forma objetiva de la experiencia vivida, así como la calidad de atención al cliente ofrecida por la misma.