A la hora de dar el salto en el mundo laboral, hemos de plantearnos si verdaderamente lo que queremos es trabajar para una empresa o, por el contrario, abrir nosotros la nuestra propia, es decir, convertirnos en nuestro propio jefe. De esta forma, apostar por el freelance es una opción.
Si sueñas con trabajar por tu propia cuenta, sin limite de horarios ni nadie que te indique lo que realizar en cada momento, la vida de freelance es tu solución.
Por ello, a continuación, en este artículo de Comunicare te informamos de todo lo relacionado con este concepto, así como las ventajas que supone para un trabajador.
¿Qué es un freelance?
Ser freelance es ser un trabajador autónomo, por cuenta propia. Es decir, es un tipo de autónomo donde, en lugar de ser empleados dentro de una determinada empresa, trabajamos por cuenta propia, proporcionando nuestros servicios a otras empresas que se encargan de contratarnos.
Cuando trabajamos como freelance, podemos ser contratados por todo tipo de empresas que precisen de nuestros servicios. Pequeñas, grandes, a nivel nacional o internacional, toda aquella entidad que lo necesite podrá contar con los servicios ofrecidos por este tipo de trabajadores autónomos.
Dado que trabajan para ellos mismos, los freelancers también deben correr con sus propios gastos de vacaciones y bajas por enfermedad. Lo mejor de todo es que los profesionales autónomos pueden establecer su propio horario laboral y organizarse el trabajo en función de su estilo de vida, ya sea trabajando de forma remota o desde las oficinas de sus clientes.
Ventajas de ser freelance
- Flexibilidad para decidir cómo, cuándo y dónde trabajar.
- Elegir a tus propios clientes según tus gustos, intereses o condiciones.
- Quedarse con todos los beneficios que supongan tus servicios. Dado que te quedas con todos los beneficios después de impuestos, también puedes decidir en qué quieres emplear ese dinero.