Cuando una marca, tras su lanzamiento, tiene muy claro el tipo de consumidor al que va dirigida, automáticamente nos encontramos con un Business to Consumer (B2C). Es decir, un tipo de practica existente en el mundo del marketing dónde la empresa desde su llegada al mercado persigue llegar a un determinado cliente con unas ciertas características.
Bien es cierto que toda empresa ha de conocer muy bien a su público objetivo, con el fin de satisfacer en todo momento sus necesidades y, de alguna manera, aumentar sus ventas y beneficios en el mercado. No obstante, no todas saben qué tipo de consumidor va a ser el más interesado en su producto o servicio.
Si quieres conocer más a fondo este tipo de negocio Business to Consumer, sigue leyendo, en este artículo de Comunicare te lo contamos.
¿Qué significa el término Business to Consumer?
Del inglés, ‘negocio para el consumidor’, el Business to Consumer es un tipo de práctica existente en las acciones de marketing donde la empresa promotora tiene claro en todo momento el tipo de cliente o consumidor al que va dirigida.
Es decir, es un tipo de negocio donde las firmas comerciales persiguen de manera directa desde su lanzamiento a un consumidor final.
Las estrategias de marketing llevadas a cabo en el business to consumer suelen enfocarse en situaciones comerciales donde el numero de clientes potenciales es bastante alto. Ante ello, las empresas se enfocan en captar la atención de los mismos con el fin de crearles una necesidad inmediata y lograr una fidelización con el producto.
Dado el elevado número de clientes, es común que sean varias las empresas que quieran llevar a cabo este tipo de negocio, entrando aquí la competencia en lo que respecta al precio final del producto. Es decir, las marcas luchan por ofrecer la mejor relación calidad – precio a su público objetivo con el fin de que éstos opten por adquirir sus servicios y no los de el resto de empresas competentes.