Toda empresa para lograr el éxito no necesita únicamente un buen diseño, desarrollo y publicidad de su producto, para que una empresa logre alcanzar la cima es fundamental el estudio de su cliente ideal, lo que en marketing conocemos como un avatar de cliente.
¿Qué es un avatar de cliente?
Este análisis e investigación carece de suposiciones o clasificaciones imaginarias, el avatar se enfoca en una persona determinada, es decir, un determinado tipo de cliente y lo describe en profundidad con el objetivo de detallar al milímetro sus gustos, preferencias y necesidades, proporcionando a los especialistas multitud de herramientas de orientación.
Es fundamental que la empresa detalle su avatar de cliente, alejándose de su comprador promedio el cual puede que en cualquier momento deje de fidelizarse por la marca. El cliente ideal es aquel al que realmente quieres venderle y estás interesado por hacerlo, pues sabes que de ahí se obtendrán grandes beneficios para tu negocio. Es por ello que es crucial que la marca invierta tiempo y dinero en la búsqueda de ese avatar de cliente.
Por qué se necesita un avatar de cliente
Tanto las pequeñas como medianas empresas han de asegurarse de maximizar el tiempo de su personal, así como de sus presupuestos de marketing, cosa que el avatar de cliente les permite hacer de manera directa al encontrar ese cliente ideal y dirigirse a él sin rodeos. Es una forma de ahorrar tiempo, esfuerzo y dinero.
Un avatar de cliente detallado además agilizará el negocio en todos los niveles, de ahí la necesidad inevitable que toda marca tiene por búsqueda de su cliente ideal.
¿Cómo crear un avatar de cliente?
En primer lugar, lo fundamental a la hora de poner en marcha la búsqueda de tu cliente ideal, es saber a quién nos vamos a dirigir. Cuanto más conozcamos sobre el cliente, mejor nos dirigiremos a él y menor tiempo invertiremos en lograr los objetivos deseados. Pero, ¿por dónde empezamos?
Por regla general, una vez creada la platilla que te permita poner en marcha ese avatar de cliente, es recomendable adjudicar un nombre a ese cliente ideal con el objetivo de que nos sea fácil de recordar, hacerle referencia y ayudarnos a desarrollar ese “personaje artificial”.
A continuación, hemos de acotar el rango de edad, así como la información general que comprende nuestro cliente ideal. Al ingresar la información, tal como las metas y valores, asegúrate de no desviar nunca de la mentalidad de tu avatar de cliente. Es muy fácil caer en el tuyo o en el de tu comprador promedio.
¡Métete en el papel y juega a ser él, en Comunicare te aseguramos obtener los mejores resultados!