Si nos remontamos en el tiempo y hablamos de transferencia de archivos, hablamos de FTP. Previamente a la llegada de internet, este protocolo ya se encontraba vigente en la sociedad, permitiendo el intercambio de información directamente de un dispositivo a otro.
Y es que, no todo ha llegado con la digitalización y el desarrollo de las nuevas tecnologías, la transferencia de datos ya se remonta a décadas atrás donde internet a penas se encontraba entre nosotros.
¿Quieres curiosear más sobre estas siglas? En Comunicare te lo contamos.
¿Qué hay detrás de las siglas FTP?
Las siglas FTP significan ‘File Transfer Protocol’, lo que en español traducimos como Protocolo de Transferencia de Archivos. Como su propio nombre indica, nos encontramos frente a un protocolo que nos permite la trasfusión de archivos de manera directa de un dispositivo a otro a través de red.
Aunque con el desarrollo tecnológico actual es un método de trasfusión de datos que se ha ido perdiendo, el protocolo FTP se empezó a utilizar hacia el año 1971 cuando aún no existía internet ni el correo electrónico. Por ello, es considerado uno de los componentes básicos de ARPANET, esa red primigenia de la que luego surgió lo que hoy día conocemos como internet.
Su uso se fundamenta entre ordenadores conectados a una red TCP ‘Tranmission Control Protocol’ de control de transmisión y funciona con el fin de compartir diferentes archivos entre ordenadores conectados a internet. Estos elementos se comparten de manera plenamente directa, sin ningún intermediario.
Dada su gran velocidad para el envió de archivos, lo convierte en un protocolo muy útil. Además, carece de límites de tamaño de los archivos de descarga por lo que es de gran comodidad su utilidad.
En definitiva, cuando hablamos de FTP, hablamos de un protocolo de transmisión de datos, de más de 50 años de antigüedad que, aunque en la actualidad está quedando obsoleto, su aparición supuso todo un éxito dentro del ámbito informático.