La publicidad tal y como la conocemos (y la recibimos) hoy en día no es el resultado de una evolución natural y adaptada a las condiciones de diferentes etapas. Etapas que van de la mano de la propia evolución de la humanidad y que, con la Revolución Industrial como punto de partida más reciente, se han respaldado en diferentes enfoques publicitarios hasta nuestros días.
La publicidad es una herramienta que se ha utilizado a lo largo de todos estos siglos y que ha ido cambiando y modificándose en función de las diferentes necesidades que iban surgiendo en la sociedad. La publicidad ha ido cambiando de mensajes, soportes e incluso el propio concepto ha evolucionado, pero al final el objetivo es el mismo: persuadir a otra persona de algo. Conseguir vender una idea, un producto o un concepto es el objetivo final de la publicidad.
Pero la mayor evolución de la publicidad ha sido con La llegada de la tecnología desencadenó, desde su entrada en los años 50, la televisión se convirtió en un medio de comunicación atractivo que marcó un antes y un después de manera visual.
Ante esto surgieron ideas innovadoras que marcaron tendencia en la publicidad, como la creación de spots publicitarios y videos, este tipo de mensajes publicitarios causaron una transformación en los medios ya que tuvieron la oportunidad de alcanzar mayor cantidad de público.
Índice de contenidos
¿Cómo podemos ayudarte desde Comunicare?
En Comunicare somos profesionales de la comunicación y publicidad, por lo que somos conocedores de las diversas técnicas publicitarias, medios y canales para llegar a tu público objetivo.
Contacta con nuestro grupo de expertos y pon a tono la comunicación de tu empresa.
Si hablamos de revolución en la producción a finales del siglo XIX y principios, no podemos hablar de otro hombre que no sea Henry Ford. Gracias a su planta de producción en cadena consiguió reducir los costes de fabricación del automóvil ampliando notablemente su mercado potencial. La demanda en esta época era muy superior a la oferta, no era necesario persuadir, bastaba con tener el producto a un precio razonable y Henry Ford lo consiguió.
El cliente quería lo que se le ofrecía, tanto es así, que en 1914 desde la Ford Motor Company y con el objetivo de reducir todavía más sus costes se decide dejar de ofertar los colores rojo, verde, azul y gris en el mítico Ford T; fabricándose así únicamente en color negro.
En esta frase de Henry Ford se resume la importancia de la producción por encima de los intereses del cliente:
“Cualquier cliente puede tener el coche del color que quiera, siempre y cuando sea negro”
A partir de 1940, el desarrollo económico unido al aumento de la competencia, hacen necesaria una publicidad que ayude a que los consumidores elijan de entre todos los productos (altamente estandarizados) el nuestro. Las campañas se centran exclusivamente en la venta con un enfoque orientado al producto.
Con la llegada de los años 60 la oferta se hace más amplia que la demanda y se necesita segmentar el mercado y diferenciar el producto. Ya no se produce en masa, se pasa a fabricar lo que se puede vender. La “filosofía de la producción” comienza a evolucionar hacia la “filosofía del marketing”.
La publicidad se enfoca en los atributos, mostrando las bondades y características del producto para el segmento elegido. Tendencia que se mantendrá como eje principal hasta finales del siglo XX.
Nos acercamos al siglo XXI y aunque la publicidad sigue centrada en el producto, el enfoque ya no enlaza tan directamente con los atributos. El consumidor tiene más información, está más formado y busca algo más que buenas prestaciones. Las marcas buscan que el consumidor se identifique con ellas.
Llegó el año 2000 y por suerte nuestros ordenadores no comenzaron una cuenta atrás hacia la autodestrucción, nuestra tostadora no cobró vida propia y los relojes no nos transportaron a través del tiempo. Pero los publicistas cambiaron, y es que se dieron cuenta de que la asociación de emociones es más fuerte y duradera en la mente del consumidor que el recuerdo de atributos. Había que hacer sentir con la publicidad y BMW lanzó una campaña en este sentido que marcaría un hito.
Y por fin llegamos a nuestros días. Con la revolución de la web 2.0, el auge de las redes sociales, el nacimiento de la figura del prosumidor, la comunicación bidireccional entre marca y cliente, la microsegmentación del mercado de forma casi individualizada, la hiperconectividad, la sociedad multipantalla… Nada que no sepas.
En consecuencia, la publicidad y las acciones de marketing siguen adaptándose y ahora están totalmente centradas en el consumidor. Porque el consumidor ahora tiene más poder de decisión que nunca; por eso se le pide que opine, cree y participe.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es el nacimiento de la publicidad?
La publicidad moderna comenzó a evolucionar en Estados Unidos y Gran Bretaña a finales del siglo XVIII durante la revolución industrial. Aparecieron los agentes de publicidad; el primero conocido fue Volney B. Palmer, quien en 1841 inauguró en Filadelfia una oficina con la cual obtuvo considerable éxito.
¿Qué es la publicidad en la actualidad?
En la publicidad de hoy, las marcas a través de sus campañas deben transmitir contenido de valor, dejando a un lado la venta directa y enfocando más en lo que el cliente realmente necesita, para poder conectar con la realidad de sus consumidores.
¿Qué es la publicidad y cuál es su importancia?
La publicidad es una técnica de comunicación comercial que intenta fomentar el consumo de un producto o servicio a través de los medios de comunicación y es de gran importancia hoy en día porque es la forma en que las empresas se comunican con sus clientes.