La conectividad a la red ya es una realidad que nos acontece. Con la llegada de las nuevas tecnologías y los avances tecnológicos, desde hace ya varias décadas, internet se ha convertido en una parte fundamental.
La interconexión de los equipos de todas las secciones del organigrama dentro de las empresas es posible gracias a la red, pero, ¿qué hace posible esa conexión?
La respuesta queda recogida bajo los conceptos Switching Hub, dos conceptos que quedan fusionados y que, a continuación, os explicaremos en este artículo de Comunicare.
¿Qué es un Hub?
Un Hub es un dispositivo simple de misión única, interconectar varios ordenadores de una red local. Su funcionamiento es sencillo, pues cuando alguno de los ordenadores de la red local que están conectados a este Hub le envía los datos, este dispositivo se encarga de replicarlos y transmitirlos de manera instantánea al resto de ordenadores que comprenden la red local.
Es decir, un Hub es el punto central de conexión de una red. Suele utilizarse para crear redes locales en las que los ordenadores no se conectan a otro sitio que al resto de ordenadores de la red.
A través del Hub, los dispositivos no pueden conectarse a la red ni enviar ciertas informaciones a otros ordenadores, simplemente copia los datos recibidos de otras computadoras y los reparte al resto de la web de manera igualitaria.
Esta herramienta es empleada sobre todo para el análisis de las redes. Dado que solo repite y reparte los mismos datos entre los ordenadores, se puede analizar fácilmente este tráfico.
¿Qué es un Switching?
Una vez explicado el concepto de Hub, podríamos determinar el Switching como su ‘hermano mayor’. La principal diferencia entre ambos es que en el Switching la información enviada por el ordenador de origen va directamente al ordenador de destino, sin necesidad de replicarse en el resto de equipos conectados.
Este dispositivo nace con el objetivo de poner trabajar en redes con una mayor cantidad de maquinas conectadas que con el Hub.