Si dentro de una determinada web no nos encontramos enlaces salientes a otras páginas las cuales aprovechan la fama o búsqueda de la nuestra para ganar visitas en sus contenidos, es gracias al atributo nofollow.
Si quieres conocer más sobre él, sigue leyendo, en Comunicare te lo contamos.
¿Qué es Nofollow?
Nofollow es un atributo en el código HTML adjunto al hipervínculo, con el fin de garantizar que el enlace en cuestión, no transfiera ningún valor que ayude a mejorar el sitio de destino.
El origen del término “nofollow” aparece en el buscador de Google en 2005 por Matt Cutts (Google) y Jason Shellen (Blogger), como respuesta ante bloggers, webmasters y spammers que usaban los blogs y sitios webs, como lugares propicios para dejar vínculos de palabras claves, con el fin de mejorar sus rankings en los buscadores.
Es decir, es una forma de evitar que otros sitios webs aprovechen el tirón del tuyo para dejar en él sus enlaces y así poder ganar de forma gratuita visitas a sus contenidos.
Otros motores de búsqueda como Yahoo! y MSN Live, también validan el código nofollow. A partir de esta fecha, cuando Google ve el atributo (rel=” nofollow”) sobre los hipervínculos, evita que dichos vínculos reciban crédito de rango.
Gracias al atributo nofollow, los buscadores evitan que las webs penetren sus enlaces en otras de mayor rango con el fin de ganar visualizaciones a costa de ellas. Por tanto, garantiza un mercado de contenidos justo dentro de la red.
Muchos dicen que con esto Google no permite a competidores que vendan links en sus páginas, pero esto no es verdad. Google no penaliza a nadie por vender o comprar enlaces, pero si penaliza a todos aquellos que compran enlaces con el objetivo de posicionarse mejor, es sólo una manera de asegurarse de que los spammers no obtengan ningún beneficio de la compra y venta de enlaces que incluso en ocasiones pueden ser engañosos y peligrosos para la sociedad.