Si hay algo que nos llama la atención a los seres humanos es la exclusividad. Parece que cuando gozamos de algo exclusivo, que nos hace sentir importantes, poderosos, tendemos a enseñarlo más en la sociedad, ofreciendo de manera directa un beneficio para las empresas.
No obstante, conseguir la exclusividad en un producto no es una tarea fácil para las marcas. En un mundo hiperconectado, dónde el avance de las nuevas tecnologías ha permitido en muchos casos la creación de productos, gozar de un bien y servicio único es muy complicado.
¿Quieres conocer más sobre este concepto, así como la importancia que tiene la exclusividad en las empresas? En este artículo de Comunicare te lo contamos.
¿Qué es la exclusividad?
El concepto ‘exclusividad’, hace referencia a algo que es único y singular. Ya sea un objeto, servicio, país o persona, la exclusividad es aquella cualidad, calificada como privilegio o derecho en virtud que hace a algo único frente al resto del mundo.
Si hablamos de exclusividad en marketing, automáticamente hablamos de la especialidad de los productos. Es decir, aquellos bienes que son únicos, incomparables y que, por muchas copias que existan de los mismo, no hay otro igual.
También hablamos de la exclusividad de un producto cuando una determinada compañía tiene los derechos de distribución y venta del mismo en exclusiva.
En un mercado de competencia perfecta, no cabe la posibilidad de este concepto. Puesto que se basa en una estructura delimitada donde todas las empresas que cooperan en ese mercado han de vender productos similares con precios similares, la exclusividad no tendría cavidad en él.
¿Cómo conseguir la exclusividad en un producto o servicio?
Tener el mando de la exclusividad de un cierto producto, es una cualidad que le proporciona a la empresa todo un rango de valor dado que se trata de un bien o servicio único, garantizado y proporcionado a la sociedad únicamente por la misma.
Ahora bien, ¿cómo podemos conseguir la exclusividad de un producto?
- Como fabricante, para asegurar que vamos a fabricar un producto único, hemos de recurrir a la patente, es decir, registrarlo en el Registro de la Propiedad Industrial.
- Como distribuidores, hemos de recurrir a la firma de contrato de exclusividad para proceder a su venta y distribución en el mercado. A través de este contrato, el fabricante asegura su distribución, no solo a nivel nacional, sino que también internacional. Además, este contrato le garantiza que solo él podrá comercializar ese bien o servicio en el mercado global.