¿Qué es la base liquidable?
La base liquidable del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es el resultado de aplicar en la base imponible las reducciones correspondientes a los rendimientos de su trabajo, la reducción por prolongación de la actividad laboral, por movilidad geográfica o por el cuidado de los hijos; se pueden practicar reducciones por edad y por ascendientes.
De una manera más sencilla se puede entender que la base liquidable se obtiene de deducir el impuesto de la base imponible.
A esta base liquidable se le pueden aplicar tanto deducciones como reducciones. Las deducciones están vinculadas a beneficios fiscales y las reducciones por atención están asociadas a los ingresos obtenidos.
Además, esta base se dividirá en dos partes: base liquidable general y base liquidable del ahorro.
La base liquidable general es el resultado de realizar, en la base imponible general estas reducciones:
- Reducciones por tributación conjunta biparental o monoparental.
- Aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión social constituidos a favor de personas con discapacidad o a patrimonios protegidos de las personas con discapacidad.
- Cuotas de afiliación y aportaciones a partidos políticos, federaciones, coaliciones o agrupaciones de electores, con el límite máximo de 600 euros anuales.
- Aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión social.
- Por pensiones compensatorias.
Por otro lado, la base liquidable del ahorro está constituida por la base imponible del ahorro, una vez minorada, en su caso, por el remanente no aplicado, si lo hubiere, de las reducciones por tributación conjunta, por pensiones compensatorias y anualidades por alimentos, sin que la misma pueda resultar negativa como consecuencia de aquellas reducciones.
En definitiva, la base liquidable del ahorro será siempre positiva o cero.
Para calcular la base liquidable, debes conocer la base imponible y las reducciones y gravámenes que deben ser aplicados. Puede ocurrir que la base liquidable y la base imponible sean la misma.
Para diferenciarlos bien, sabemos que la base imponible es el punto de partida para calcular cuánto recibirás, pero la base liquidable recoge en sí misma los impuestos que deberás pagar.
En ella ya se encuentran registrados los pagos de IVA y las retenciones de IRPF, siempre según las variables del bien o servicio y de la empresa / autónomo que lo haya realizado.