¿Qué es un balance y para qué sirve?
La palabra “balance” en sí tiene diversos significados, pero como este blog está enfocado en todo lo relacionado con el marketing y la empresa en general, hablaremos del balance de situación de una empresa (contabilidad).
Por lo tanto, este balance es un estado financiero que refleja en un año concreto la información económica y financiera de una empresa. Es decir, muestra la situación patrimonial de la entidad a analizar en profundidad.
Se separa en tres masas patrimoniales: activo, pasivo y patrimonio neto, que más adelante explicaremos en detalle.
Este análisis es muy importante ya que deja ver la estructura de la empresa, la distribución de los activos y pasivos ya que nos sirve para poder ver el recorrido financiero de la empresa a lo largo del año.
Y, como en todos los análisis, podremos sacar conclusiones de ellos y modificar lo que sea a tiempo. Un ejemplo, si tu empresa posee gran cantidad de pasivos con vencimiento a corto plazo, y poca liquidez en sus activos, estarías ante una “mala situación de balance”.
Debemos tener en cuenta que la preparación del balance sólo es posible cuando se realiza la cuenta de pérdidas y ganancias del período porque refleja adecuadamente la situación financiera de la empresa. Por eso a estas se les llama “cuentas finales”.
Por otro lado, es importante saber que los totales de los activos y pasivos del balance general, deben contabilizar como “Activos = Pasivos + Capital”. Si no es así, sabrás que has realizado mal el balance de situación y que existe un error.
Estructura de un balance de situación
- Activo: Son los bienes y derechos de los que dispone una empresa. Puede tenerlos ya en su poder, ser un derecho de posesión o de uso futuro, ya sea mediante su uso, su venta o su intercambio.
Se suele situar visualmente en el lado izquierdo del balance y se divide en activo corriente (a corto plazo) o activo no corriente (a largo plazo).
- Pasivo: Explicado de una forma más informal y simple, el pasivo son las deudas que tenemos con otros (proveedores, bancos, Estado…etc) es decir, las obligaciones contraídas con terceros, y para eso, la empresa tendrá que renunciar a parte de sus beneficios y/o comprometer los recursos que controla.
Son deudas que tenemos en el presente pero que hemos contraído en el pasado y que permiten a la empresa financiar su actividad y le sirve para pagar su activo.
El pasivo se puede dividir en pasivo a corto plazo (corriente) y pasivo a largo plazo (no corriente).
- Patrimonio neto: Engloba los fondos propios de la empresa, es decir, se compone del capital social (en esencia, el desembolso de los accionistas), más las reservas y los beneficios no repartidos.