Si los villanos son considerados como los malos de las películas en ficción, los troyanos son conocidos como los nuevos enemigos en el mundo de la informática. Es decir, forman parte de esa categoría de villano dentro de las nuevas tecnologías.
Por muy escasos conocimientos de informática que tengas, no conocer este concepto es prácticamente imposible. Siempre que iniciamos nuestro camino en el mundo de las nuevas tecnologías, ya sea en un ordenador, tableta o dispositivo móvil, nos avisan de las posibles amenazas, y los troyanos son una de ellas.
¿Quieres conocer más sobre este concepto, así como la importancia de intentar combatirlo dentro de la red? Sigue leyendo, en Comunicare te lo contamos.
¿Qué es un troyano?
De la moraleja del caballo de Troya, surge la idea de este concepto, no obstante, su connotación es mucho menos halagadora. Lo que antes fue reconocido como un truco brillante de conquista, ahora solo se considera como una ‘peste digital’ maliciosa cuyo único objetivo es dañar el sistema interno de nuestras computadoras o dispositivos digitales.
Lo curioso, es que éstos penetran tan bien dentro de nuestras tecnologías que pueden destrozar las mismas en muy poco tiempo sin apenas darnos cuenta de ello. ¿Cómo lo hacen? A través de nuestras contraseñas, registrando nuestras pulsaciones en el teclado o abriendo puertas para la entrada de más troyanos que podrían incluso tomar de rehén a nuestro ordenador.
A diferencia de otro tipo de virus, los troyanos no pueden multiplicarse, lo que puede ser un punto a favor para acabar de combatirlos.
¿Qué acciones pueden provocar los troyanos en nuestros dispositivos?
- Eliminación de datos. Si estos virus consiguen penetrar en lo más profundo de nuestras tecnologías, pueden acabar con toda aquella información que tengan delante.
- Bloqueo de datos. En el caso de que éstos no puedan ser eliminados por cuestiones de seguridad, pueden conseguir un bloqueo de los mismo, impidiendo automáticamente el acceso a ellos.
- Modificación de datos.
- Copia de datos.
- Interrupción del rendimiento de ordenadores o redes de ordenadores.