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Definición:
La Marca Blanca también conocida como marca de distribuidor es una línea de productos genéricos que el minorista vende bajo su propio nombre. Es decir, estas mercancías se comercializan usualmente bajo el logo de un establecimiento comercial. Cuando hablamos de una línea blanca nos referimos a aquellos artículos que el distribuidor, como lo es un supermercado por ejemplo, lo ofrece con su propio distintivo.
Estos productos se caracterizan porque el envase y diseño es simple. Además, el precio y la calidad del bien es inferior en comparación al resto del mercado, haciendo gran competencia a las principales marcas.
Un ejemplo de marca blanca puede ser, unas galletas. Dicho producto no pertenece a una empresa de alimentación o dulces, sino que se vende bajo el nombre del supermercado, por ejemplo, «Mercadona», y se vende de manera exclusiva en dicho establecimiento. Una de las marcas blancas más famosas es la marca Hacendado, qué sólo verás sus productos en cualquier Mercadona de España y Portugal.
Origen del concepto de Marca Blanca:
Las marcas blancas tuvieron sus orígenes en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial. En esta difícil etapa, los consumidores dejaron de prestar atención a las marcas populares privilegiando la compra de productos de bajo precio y sin logo conocido. Posteriormente, la tendencia se expandió a otros países como Estados Unidos o Francia, sobre todo, en los setentas.
En el caso de España, la cadena de supermercados Simago fue la que importó esta tendencia por el año 1977. El origen del nombre marca “blanca” viene de la utilización de envases de color blanco en donde la etiqueta indicaba la categoría (detergente, leche, azúcar, etc) a la que pertenecía el producto.
Evolución del concepto de marca blanca:
Las marcas blancas tuvieron sus orígenes en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial. Por la grave situación económica, los consumidores dejaron de prestar atención a las marcas populares privilegiando la compra de productos de bajo precio y sin logo conocido. Posteriormente, la tendencia se expandió a otros países como Estados Unidos o Francia, sobre todo, en la década de los setenta.
En el caso de España, la cadena de supermercados Simago fue la que importó esta tendencia en el año 1977. El origen del nombre “marca blanca” viene de la utilización de envases de color blanco en donde la etiqueta indicaba la categoría (detergente, leche, aceite, etc) a la que pertenecía el producto. Al principio los bienes de marca blanca solo abarcaban las categorías de productos básicos de alimentos y limpieza. Su finalidad se centraba en ofrecer artículos de menor calidad que las principales compañías conocidas, pero también a un precio mucho más bajo.
Con el paso de tiempo y el actual ambiente competitivo, las marcas blancas han evolucionado para convertirse en productos de mayor calidad, con envases más sofisticados. Además, la oferta se amplía incluyendo mercancías: por ejemplo ya hay productos tecnológicos o textiles, de marca de distribuidores.
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