El proceso de cobro puede traer beneficios a ambas partes. Por ejemplo, la marca Co puede aumentar la visibilidad de ambas marcas. Sin embargo, la estrategia puede no ser tan efectiva como parece. Los consumidores no asocian de inmediato el rendimiento de Barnes & Noble con el de Starbucks. Por lo tanto, un gerente de marca debe considerar el impacto de la cobro en el reconocimiento de la marca y la percepción del consumidor. A continuación se enumeran algunos ejemplos de estrategias de cobro.
Asegúrese de que haya un beneficio mutuo de la cobranda. Aunque la marca compartida a menudo se asocia con un beneficio mutuo, no siempre es la mejor opción. Puede aumentar el trabajo involucrado en la planificación de la campaña y disminuir la responsabilidad de cada parte. Si el ROI es bueno, entonces la marca compartida es la elección correcta. Si no está seguro, intente otras formas de promover el nombre y la imagen de su empresa. Los beneficios potenciales de la marca compartida son enormes.
En Composite Co-Branding, dos compañías participan en una asociación con el mismo nivel de fama. Cada marca gana de la asociación, y ambas marcas se benefician de la nueva imagen. En un ejemplo, Adidas y Kanye Wests Yeezy Shoe Line se benefician del reconocimiento de nombres de los demás, así como el impacto cultural de sus productos. Estos ejemplos demuestran los beneficios de la marca compartida. Entonces, ¿cómo comienzas con este proceso?
Si bien la marca compartida ofrece muchos beneficios para ambas marcas, también puede generar conflictos. Los socios incompatibles pueden no combinar bien y pueden no tener tan éxito como se esperaba. De hecho, hay una alta probabilidad de falla cuando la marca compartida no cumple con sus objetivos. Si bien la marca compartida tiene sus ventajas, también puede ser un obstáculo para el éxito a largo plazo de una marca. Puede haber algunas diferencias, pero los beneficios superan cualquier posible inconveniente.
En general, la marca compartida implica la creación de asociaciones estratégicas, y puede ser beneficioso para ambas partes. Por ejemplo, la marca compartida es común en automóviles y bienes envasados por los consumidores, y puede aumentar el reconocimiento de la marca y crear interés del consumidor. La marca compartida es a menudo una forma de fortalecer la reputación de una marca al tiempo que reduce el riesgo de ser copiado por un competidor con un precio más bajo. También puede ayudar a combatir la competencia de etiquetas privadas.