Previamente a la revolución digital, la venta de productos era realizada de forma unidireccional, es decir, no cabía la posibilidad de lanzar un producto al mercado y recibir una respuesta por parte de los consumidores.
Aún es común el uso de este tipo de publicidad pues, ¿Quién no enciende el televisor y encuentra gran multitud de anuncios de variedad de productos?
Incluso de camino al trabajo encontramos anuncios por todos lados, ya sea en la calle, en el metro o a través de la radio.
Este tipo de venta de contenido es lo que en marketing denominamos como ‘outbound marketing’.
¿Qué es el outbound marketing?
Como hemos dicho previamente, el outbound marketing o marketing tradicional es el conjunto de acciones de marketing encaminadas a vender productos o servicios ‘a la antigua usanza’.
Es un tipo de marketing unidireccional, donde la comunicación se realiza desde la empresa al usuario, sin la posibilidad de que éste realice un retorno o establezca una respuesta inmediata a la entidad a través del mismo canal.
Este tipo de marketing outbound se realiza de forma intrusiva. El consumidor no se espera recibir el mensaje, el cual le llega a través de cualquier tipo de canal publicitario tradicional como puede ser la televisión, radio, prensa, vallas publicitares, el cine, teatro o a pie de calle.
En definitiva, el outbound marketing es el marketing de toda la vida, el de los carteles pegados en la pared anunciando la llegada de un nuevo producto en el mercado. Cae en nuestra responsabilidad la adquisición del mismo o no.
La comunicación es este concepto como ya se ha detallado con anterioridad es unidireccional, quienes reciben el mensaje son meros receptores, consumidores sin segmentar los cuales salen de su casa y, automáticamente reciben mensajes por parte de las empresas.
Con la revolución tecnológica y el cambio al paradigma digital, el outbound marketing ha ido perdiendo fuerza aunque su esencia sigue presente indudablemente en nuestro día a día.