Con la llegada de internet y las nuevas tecnologías, raro es encontrar a una sola persona menor de cincuenta años que carezca de dispositivo móvil propio.
Los smartphones se han convertido en nuestro complemento diario, el cual empleamos y utilizamos para cualquier tipo de cosa, desde anotar nuestro día a día a modo de agenda hasta convertirlo en un amplio libro de recetas electrónico.
Hoy día es prácticamente imposible imaginar una vida sin nuestros dispositivos, no obstante, en ocasiones, esa utilidad se puede convertir en una obsesión, provocando en nosotros un problema reconocido médicamente como ‘Nomofobia’.
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¿Qué es la Nomofobia?
Bajo el concepto ‘nomofobia’ se esconde el problema, miedo irracional o incluso en situaciones extremas, enfermedad, que una persona tiene a no tener disposición de su teléfono móvil o carecer de conexión a internet.
Indudablemente, esta adicción ha ido en aumento a la vez que lo hacen la nueva era de las tecnologías. Vivimos en un mundo en el que la sociedad está plenamente pegada a sus dispositivos, una sociedad que no es capaz de levantarse y no mirar su teléfono móvil y, ni mucho menos, salir a la calle sin él.
Actualmente, es habitual comunicarnos mayormente de manera de forma virtual que cara a cara, lo que está causando cambios en nuestros hábitos y comportamientos cotidianos, provocando en nosotros una dependencia absoluta de los dispositivos móviles para conseguir la comunicación entre personas.
Nomofobia entonces seria la incomodidad o ansiedad causada por la no disponibilidad de un teléfono móvil, ordenador o cualquier otro dispositivo que nos permita esa comunicación virtual con el resto de personas. Es ese miedo que tenemos de quedarnos ‘incomunicados’ socialmente, olvidándonos de lo verdaderamente bonito y especial que nos ofrece la vida, la comunicación e intercambio de ideas cara a cara.