A la hora de llevar a cabo cualquier estudio o investigación que requiera de la participación ciudadana, es común la elección de una muestra con el objetivo de extraer de ella una serie de resultados que le sirvan tanto al investigador como al público al que va dirigido el proyecto.
Esta muestra o resultado final que obtenemos de ella se fundamenta en cuestiones de estadística. Es decir, se encarga de recoger datos, ordenarlos y analizarlos de tal modo que se extraiga de ellos una serie de conclusiones sobre el estudio iniciado.
Dado que es imposible trabajar con los datos objetivo de la población total, es por lo que decidimos escoger una muestra que represente a todo ese conjunto en general.
¿Quieres conocer más sobre este proceso? Sigue leyendo, en Comunicare te lo contamos.
¿Qué es la muestra?
Una muestra es un conjunto de población, elegida al azar con el fin de extraer de la misma una serie de datos o información que nos lleven a conseguir unos resultados finales sobre cualquier tipo de cuestión o proyecto de investigación estudiado.
Es decir, consiste en la elección de una parte representativa de la población constituida por un cierto número de observaciones que representen de forma adecuada el total de los datos que queremos dar a conocer.
Por ejemplo, si queremos saber el salario mínimo de un país, en lugar de preguntar a los millones de trabajadores de un país o región, tan solo recogemos una pequeña cantidad de datos. Por ejemplo, preguntamos a 100.000 personas. Esta tarea sigue siendo complicada, pero es mucho más asequible preguntar a 100.000 personas que preguntar a 30 millones.
Esta pequeña cantidad de datos ha de ser representativa. Es decir, debe representar adecuadamente a la población. Si las 100.000 personas a las que preguntamos se concentran en barrios ricos, obtendremos datos que no son representativos. El salario medio nos saldría mucho más alto de lo que es en realidad.