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Introducción
El tema central de la entrada de hoy es la comunicación activa: concepto. La comunicación forma parte de nuestras vidas diarias, tanto a nivel familiar, como profesional. Se dan situaciones en las que puedes estar hablando con alguien, pero sin embargo, no estar hablando de una forma efectiva. De hecho, muchas dificultades se originan en una empresa u organización precisamente por la falta de comunicación.
Para comunicarnos de forma efectiva con los demás, debemos de prestar atención a los distintos detalles del diálogo. De hecho, en una situación conflictiva, esta comunicación es imprescindible para poder llegar a un acuerdo.
Comunicación activa: concepto
En un diálogo, el mensaje en sí es importante. Pero igual de importante es saber si el receptor ha entendido el mensaje de la forma que se quería transmitir. El feedback o la respuesta obtenida por parte del otro interlocutor son igualmente importantes en la comunicación. Por ello debemos escuchar atentamente cuando la otra persona nos está dando su respuesta.
Hoy en día, es frecuente mirar de vez en cuando al móvil en mitad de una comunicación. Esto hace que la comunicación no sea tan efectiva como se pretendía.
Prestar atención a tu interlocutor ayudará a mejorar tus relaciones, tanto personales como profesionales.
Con lo que si hablamos de la comunicación activa, y s concepto, lo podemos definir como la comunicación enfocada a la persuasión y colaboración. Aquella capaza de escuchar, y proporcionar al interlocutor lo que busca.
Esta comunicación busca transmitir la sensación de igualdad entre los interlocutores, horizontalidad, sensaciones que promuevan la comunicación, implicación y aprendizaje.
Características de la comunicación activa y su concepto
Algunos de los las características que influyen en la comunicación activa son las siguientes:
Claridad
En la comunicación activa es imprescindible el uso de un hilo conductor en la conversación. Cuando damos demasiados rodeos a la hora de explicar algo, nos arriesgamos a que quien nos escucha se pierda en el desarrollo de nuestra explicación. Por lo que cuando hablamos de mensaje claro, nos referimos tanto al contenido del mensaje en sí, como a su forma de expresarlo.
Amabilidad
La comunicación es un intercambio de información entre dos o más personas. Si uno no expresa su mensaje de amablemente, de forma que el interlocutor se sienta relajado, en lugar de ponerse a la defensiva, momento en el que se origina un distanciamiento en el diálogo.
Lenguaje corporal
Al igual que expresamos con nuestras palabras, igualmente expresamos a través de nuestro lenguaje corporal. Este lenguaje va mucho más allá de las palabras, y es muy influyente a la hora de generar una comunicación activa. Mirar a los ojos, respetar el turno de palabra, generar un ritmo en la conversación en el que fluya el diálogo es la base de la comunicación activa y su concepto más básico. Mientras que interrumpir a nuestro interlocutor de forma repetida generará exactamente lo contrario.
Reciprocidad
Al hablar de la comunicación activa y su concepto, nos damos cuenta que la reciprocidad ha de ser la base de la comunicación. En esta comunicación los interlocutores deben concentrarse en ese momento, haciendo que no sólo el emisor y el receptor formen parte de la conversación, sino también el contexto en el que se desarrolla la misma.
¿Cuáles son las diferencias entre la comunicación activa y la pasiva?
Habiendo hablado de la comunicación activa, vamos a habar de las diferencias con la comunicación pasiva. Mientras que en la comunicación activa el emisor expresa su opinión de forma clara adoptando un rol activo, en la comunicación pasiva el emisor puede no expresar su opinión.
La comunicación pasiva no expresa una idea de forma clara y concreta. El emisor cree que el receptor es capaz de interpretar lo que quiere decir, sin expresarlo abiertamente. Un ejemplo de ello puede ser el responder afirmativamente a una pregunta, cuando realmente pensamos lo contrario. Puede ser que demos por sentado que nos están entendiendo una ironía, cuando lo que está ocurriendo es que nos están malinterpretando.
Mientras que con la comunicación activa construimos puentes entre los interlocutores, abriendo caminos de colaboración, con la comunicación pasiva creamos interferencias obstaculizando la comunicación.
Si en una relación profesional o personal, el tipo de comunicación predominante es el pasivo, no será fácil llegar a conocer al interlocutor, sus necesidades o inquietudes. Se pueden generar sensaciones de decepción en el emisor, mientras que el receptor ni siquiera sea consciente de ello, al no haber expresado un mensaje claro y abierto, pero teniendo unas expectativas concretas en cuanto a ello, haciendo responsable al receptor de la situación.
Mientras que en la comunicación activa debe existir una coherencia entre lo que decimos y expresamos, en la comunicación pasiva no ocurre lo mismo. Alguien puede no expresar su opinión, o cambiarla a lo largo de la comunicación.
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